Manejo del tiempo en la obra
El relato de la obra La
hojarasca se presenta en tres voces, la peculiaridad de este dato es
que los personajes que realizan la narración pertenecen a tres generaciones de
una familia, padre, hija y nieto.
La historia presenta un cambio de perspectiva dependiendo de quien sea el personaje narrador, el coronel, quien es el padre, Isabel, la hija, y el hijo de esta, un niño de diez años, quien es el protagonista que nos introduce a la novela. El relato se desenvuelve con la muerte de un hombre, conocido como el doctor, quien llegó al pueblo de Macondo, lugar en el que reside la familia y donde se desarrollan los hechos, hace muchos años y a quien el coronel realizó una promesa tiempo antes de su fallecimiento, que ahora se determina a cumplir.
"Yo
había de preguntarle dos días después cuál era mi deuda, y él había de
responder:
Usted
no me debe nada, coronel. Pero si quiere hacerme un favor, écheme encima un
poco de tierra cuando amanezca tieso. Es lo único que necesito para que no me
coman los gallinazos" (García, 1955, p. 38).
Los
acontecimientos narrados en el transcurso de la novela se exponen en diferentes
tiempos, como lo son el pasado y presente. Los sucesos y sus razones se
comprenden gracias a esta variación en tiempo y a la estructura no lineal que
se mantiene con las diferentes perspectivas, ya que lo relatado por un personaje,
es retomado posteriormente por otro, de modo que, así se le presenta al lector el
espacio de entender lo que acontece en el pueblo.
A lo largo de la obra no se especifica el personaje
que narra, por lo que, la forma de definir quién se está comunicando es por medio de lo
que expone sea este el contexto que describe o la experiencia que comparte.
Referencias bibliográficas
García, G. (1955). La hojarasca. garcia marquez, gabriel - la hojarasca (url.edu.gt)
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